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¿Eres diabético? Te damos unas pautas para que disfrutes del deporte.
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Diabetes tipo 1 y deporte. Una experiencia real

DIABETES TIPO 1 Y DEPORTE. ¿COMPATIBLES?

La diabetes tipo 1 es una patología común en nuestra sociedad. Por suerte cada vez se investiga más sobre ello y dentro de estas investigaciones hoy queremos ofreceros un resumen de un artículo que seguro os ayudará a comprender que la diabetes y el deporte no son incompatibles. Así como que un buen conocimiento por parte del diabético, que practica deporte, es clave para realizar ejercicio de forma adecuada y saludable.

La diabetes tipo 1 se manifiesta cuando el páncreas pierde su capacidad de producir la hormona insulina. Esta hormona hace posible la utilización de la glucosa por parte de las células del organismo. Las personas con esta patología han de inyectarse insulina de manera externa, llevar una dieta rigurosa con los hidratos de carbono y controlar el nivel de glucosa en sangre cada pocas horas.

Esta tarea se vuelve más dificultosa cuando incorporamos el ejercicio físico a nuestra rutina. Muchos diabéticos tipo 1 se preguntan si es compatible el ejercicio físico con su enfermedad, ya que son muchos los factores que afectan a esta actividad y se ven incapaces de controlarla. La respuesta a esta pregunta es fácil: el ejercicio físico es realmente beneficioso para una persona con diabetes tipo 1. Lo difícil es el camino que hay que realizar hasta encontrar el equilibrio y ajustar todos los factores que afectan al mismo. Es un proceso largo y complejo en el que la motivación y la paciencia juegan un gran papel, pero no hay duda de que merece la pena.

Existen multitud de miedos a la hora de realizar ejercicio físico: pérdida del control de la glucemia, desconocimiento del manejo de la diabetes durante la actividad, hipoglucemias, etc. Estos miedos son inevitables y no desaparecen de inmediato, pero hay que enfrentarse a ellos e ir superándolos poco a poco, con ayuda de expertos especializados en la materia (médicos, entrenadores, nutricionistas, etc).

Afortunadamente, cada día hay más conocimientos acerca de esta enfermedad y nuevos avances científicos y tecnológicos que mejoran la calidad de vida, como por ejemplo las bombas de insulina, los monitores continuos de glucosa, alarmas que detectan hipoglucemias e hiperglucemias… Luego, ¡ya no hay excusas!

DIABETES TIPO 1 Y DEPORTE. ¿COMPATIBLES? La diabetes tipo 1 es una patología común en nuestra sociedad. Centro Pronaf

RECOMENDACIONES

Recientemente se ha llegado a un consenso[i] sobre el manejo de la diabetes tipo 1 en el deporte. En él se recogen multitud de recomendaciones para conseguir realizar ejercicio físico regular de una manera efectiva y segura. A continuación se muestra una tabla con estrategias generales para un adecuado manejo de la glucosa durante el ejercicio, tanto aeróbico como anaeróbico:

Panel 1. Concentración de glucosa en sangre antes del comienzo del ejercicio físico y recomendación de estrategias para el manejo de la glucosa
Los hidratos de carbono ingeridos ayudan a estabilizar la glucemia al inicio del ejercicio físico. La glucosa en sangre antes de comenzar el ejercicio también debe ser vista desde un contexto más amplio. Los factores a considerar incluyen tendencias dirigidas a optimizar las concentraciones de glucosa e insulina, la seguridad del paciente, y las preferencias individuales basadas en la experiencia. Los hidratos de carbono ingeridos necesitan aumentarse si la circulación de insulina es alta en el momento del ejercicio.
Glucemia inicial al ejercicio por debajo de los niveles recomendados (<5 mmol/L; <90 mg/dL)

·         Ingerir 10-20 g de glucosa antes de comenzar el ejercicio

·         Retrasar el ejercicio hasta que la glucosa en sangre sea mayor de 5 mmol/L (>90 mg/dL) y vigilarse atentamente para evitar futuras hipoglucemias

Glucemia inicial al ejercicio cercana a los niveles recomendados (5-6,9 mmol/L; 90-124 mg/dL)

·         Ingerir 10 g de glucosa antes de empezar un ejercicio aeróbico

·         Ejercicios anaeróbicos y sesiones de entrenamiento de alta intensidad pueden comenzarse

Glucemia inicial al ejercicio en los niveles recomendados (7-10 mmol/L; 126-180 mg/dL)

·         Ejercicios aeróbicos pueden comenzarse

·         Ejercicios anaeróbicos y sesiones de entrenamiento de alta intensidad pueden comenzarse, pero teniendo en cuenta que la glucosa en sangre puede elevarse

Glucemia inicial al ejercicio ligeramente por encima de los niveles recomendados (10,1-15 mmol/L; 182-270 mg/dL)

·         Ejercicios aeróbicos pueden comenzarse

·         Ejercicios anaeróbicos pueden comenzarse, pero teniendo en cuenta que la glucosa en sangre puede elevarse

Glucemia inicial al ejercicio por encima de los niveles recomendados (>15 mmol/L; >270 mg/dL)

·         Si la hiperglucemia es inexplicable (no asociada a una comida reciente), comprueba las cetonas en sangre. Si éstas están ligeramente altas (> 1,4mmol/L), el ejercicio debe ser sustituido por un ejercicio de intensidad ligera y corto en el tiempo (no >30 min) y puede llegar a ser necesaria la administración de una pequeña dosis de insulina antes de comenzar el ejercicio. Si las cetonas en sangre son altas (≥1,5 mmol/L), el ejercicio físico está contraindicado y la gestión de la glucosa debe ser iniciada rápidamente según los consejos de un equipo profesional en el cuidado de la salud.

·         Un ejercicio aeróbico leve-moderado puede comenzarse si el nivel de cetonas en sangre es bajo (<0,6 mmol/L) o las cetonas en orina son menores de 2+ (o <4,0 mmol/L). Las concentraciones de glucosa en sangre deben monitorizarse durante el ejercicio para detectar y evitar que la glucosa incremente mucho. El ejercicio intenso debería ser iniciado solo con precaución ya que podría provocar una fuerte hiperglucemia.

 

Obtenido y traducido de Riddell, M. C., Gallen, I. W., Smart, C. E., Taplin, C. E., Adolfsson, P., Lumb, A. N., … & Annan, F. (2017). Exercise management in type 1 diabetes: a consensus statement. The Lancet Diabetes & Endocrinology.

 

Es esencial tener en cuenta todos los factores que afectan directa o indirectamente a la diabetes durante el ejercicio físico para minimizar los riesgos asociados:

 

Glucemia, diabetes y ejercicio físico. Centro Pronaf

 

También es fundamental entender cómo afecta cada tipo de ejercicio físico a la diabetes para poder realizar las adaptaciones necesarias. En un ejercicio aeróbico y mantenido en el tiempo (carrera, bici…), la glucosa en sangre desciende notablemente en la mayoría de las personas diabéticas, mientras que en un ejercicio anaeróbico intenso (sprint, pesas…) la glucosa tiende a elevarse. Y es por eso que en los ejercicios mixtos (fútbol, baloncesto…), la concentración de glucosa en sangre suele mantenerse estable y/o puede fluctuar dependiendo de cada persona. En las 12-24 horas siguientes al ejercicio, el riesgo de hipoglucemia es elevado (sobre todo hipoglucemia nocturna) debido a la alta demanda de glucosa para reponer los depósitos de glucógeno gastados. Por lo tanto se ha de aumentar la vigilancia durante la noche y disminuir la dosis de insulina en las horas posteriores al ejercicio. Del mismo modo, aquellas personas que tengan diabetes y entrenen por la tarde-noche, deben conocer mejor esta respuesta para evitar posibles riesgos nocturnos.

 

Variabilidad de glucosa en sangre durante el ejercicio físico. Centro Pronaf

 

Figura 1. Variabilidad de las respuestas de glucosa en sangre en los distintos tipos de ejercicio en personas con diabetes tipo 1

Obtenido de Riddell, M. C., Gallen, I. W., Smart, C. E., Taplin, C. E., Adolfsson, P., Lumb, A. N., … & Annan, F. (2017). Exercise management in type 1 diabetes: a consensus statement. The Lancet Diabetes & Endocrinology.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es el índice glucémico de los hidratos de carbono (CHO) que ingerimos antes, durante y después del ejercicio físico. Conocer el tiempo de absorción de cada alimento y cómo afecta de manera individual es esencial para optimizar la glucemia durante el ejercicio. Los CHO de índice glucémico medio-bajo son ideales para antes del ejercicio (aunque depende mucho del tipo y del valor inicial de glucosa en sangre) para mantener una glucemia estable durante la práctica del ejercicio, ya que la absorción de este tipo de alimentos es lenta. Durante y después (si los valores de glucemia son <100-120 mg/dL) se han de consumir CHO de índice glucémico alto, ya que su absorción es rápida, y así la glucosa pueda llegar con rapidez a la sangre y músculos. Algún ejemplo de alimentos de índice glucémico alto populares entre deportistas son: bebidas isotónicas, zumos, geles y tabletas de glucosa, etc.

A continuación se muestra una tabla con las recomendaciones de hidratos de carbono necesarios para el rendimiento de ejercicios aeróbicos y la prevención de hipoglucemias:

Rendimiento en ejercicios aeróbicos en atletas con y sin diabetes Prevención de la hipoglucemia ante bajas condiciones de insulina Prevención de la hipoglucemia ante altas condiciones de insulina
Comida (baja en grasas, bajo índice glucémico) consumida antes del ejercicio Consumo mínimo de 1 g de CHO por kg de peso acorde a la intensidad y tipo de ejercicio Consumo mínimo de 1 g de CHO por kg de peso acorde a la intensidad y tipo de ejercicio Consumo mínimo de 1 g de CHO por kg de peso acorde a la intensidad y tipo de ejercicio
Comida o tentempié consumido justo antes del ejercicio (alto índice glucémico) No se requieren CHO para el rendimiento Si la concentración de glucosa en sangre es menos de 5 mmol/L (< 90 mg/dL), ingerir 10-20 g de CHO Si la concentración de glucosa en sangre es menos de 5 mmol/L (< 90 mg/dL), ingerir 20-30 g de CHO
Comida consumida después del ejercicio 1-1.2 g de CHO por kg de peso Siga la guía de nutrición deportiva para maximizar la recuperación con los ajustes adecuados de insulina para el manejo de la glucemia Siga la guía de nutrición deportiva para maximizar la recuperación con los ajustes adecuados de insulina para el manejo de la glucemia
Ejercicio (> 30 min) No se requieren CHO para el rendimiento Si la concentración de glucosa en sangre es menos de 5 mmol/L (< 90 mg/dL), ingerir 10-20 g de CHO Puede que necesite 15-30 g para prevenir o tratar la hipoglucemia
Ejercicio (30-60 min) Pequeñas cantidades de CHO (10-15g/h) podría mejorar el rendimiento Ejercicio aeróbico leve-moderado: ingerir pequeñas cantidades de CHO (10-15g/h) dependiendo de la intensidad del ejercicio y la concentración de glucosa en sangre durante la actividad.

Ejercicio de intensidad alta (anaeróbico): no es necesaria la ingesta de CHO durante el ejercicio salvo que la concentración de glucosa en sangre sea < 5 mmol/L (< 90 mg/dL), entonces, ingerir 10-20 g de CHO; reponer las necesidades de CHO después del ejercicio

Puede que necesite 15-30 g de CHO cada 30 min para prevenir la hipoglucemia
Ejercicio (60-150 min) 30-60 g de CHO cada hora 30-60 g de CHO cada hora para prevenir la hipoglucemia y mejorar el rendimiento Hasta 75 g de CHO cada hora para prevenir la hipoglucemia y mejorar el rendimiento
Ejercicio (> 150 min); mezcla de fuentes de carbohidratos 60-90 g de CHO cada hora distribuidas durante la actividad (ej: 20-30 g de CHO cada 20 min)

Use fuentes de CHO que utilicen diferentes transportadores intestinales (ej: glucosa y fructosa)

Siga la guía de nutrición deportiva (60-90 g/h) con los ajustes adecuados de insulina para el manejo de la glucemia Siga la guía de nutrición deportiva (60-90 g/h) con los ajustes adecuados de insulina para el manejo de la glucemia
Tabla 1. Requerimientos de hidratos de carbono para el rendimiento de ejercicios aeróbicos y la prevención de hipoglucemia
Obtenido y traducido de Riddell, M. C., Gallen, I. W., Smart, C. E., Taplin, C. E., Adolfsson, P., Lumb, A. N., … & Annan, F. (2017). Exercise management in type 1 diabetes: a consensus statement. The Lancet Diabetes & Endocrinology

 

CONCLUSIONES

Estas recomendaciones nos ayudan a entender la diabetes y su comportamiento ante el ejercicio. Las personas más beneficiadas son, sin duda, aquellas que comienzan a realizar ejercicio físico por primera vez o las que deciden incorporar un nuevo deporte a sus vidas diferente al que están habituados. Pero es importante tener presente que las recomendaciones descritas son orientativas, una guía para que, partiendo de ellas, se puedan adaptar a cada situación personal. Esta tarea de “individualización” es compleja y aunque a veces resulte ardua merece la pena el esfuerzo a cambio del resultado que se obtiene finalmente: hay que intentar no caer en la desesperación. Pedir ayuda a un especialista en la materia (nutricionista, médico, enfermero/a), puede ser uno de los pasos fundamentales en el proceso.

 

 

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